viernes, 16 de noviembre de 2012

EL DÍA QUE EMPECÉ A SER MÁS PERIODISTA QUE FUTBOLISTA ( EL MUNDIAL DE LA VIDA , EL LIBRO)


Porque ese día , me hice periodista de verdad -verdad . A las diez de la noche de ese  seis de septiembre  tétrico , un viejo zorro colega de sucesos caminaba apurado por el pasillo central de siglo y atrás los más osados periodistas gráficos de este estado César Pérez y César David Bracamonte. Estaban listos para subir a la montaña del Henry  Pittier. Les dije ¿ puedo ir con ustedes? y Luís Alberto quien llevaba no menos de cinco cajetilla de cigarros en su humilde palto dijo inmediatamente " vente".
Nos costó un mundo atravesar El Limón , porque el caos era generalizado . Policías , Ambulancias y quejidos,  estábamos  inundados hasta el cuello, eso  provocó que llegáramos al balneario Guamita cerca de la medianoche y es que abajo en los sectores El Progreso y Mata Seca la mortandad había sido indescriptible y nada se sabía que ocurría en la carretera hacia Ocumare de la Costa hasta que nosotros llegamos . Fue horrible. Un amigo del barrio La Democracia quien siempre trabajo en Protección Civil  nos dijo en Guamita " Cuidado Gabriel , es peligroso atravesar el río" , un río que para ese momento seguía fiero , bravío e indetenible sin embargo la astucia  y el arrojo de Luís Alberto Díaz no obligó a atravesarlo con un mecate . ya del otro lado empezó nuestro viacrucis hasta la playa de La Boca e Ocumare cuando regresamos destruidos por lo que habíamos visto en un helicóptero de la Fuerza Aérea . Nos hundíamos en el barro hasta el mitad del cuerpo y uno a uno nos ayudábamos a sacarnos , parecía arena movediza . La primera señal de vida  que detectamos fue la de un autobús de la ruta Ocumare -Maracay en medio de dos alud . Adentro , llanto y terror en medio de la oscuridad  y una persona con un ataque epiléptico . No pudimos hacer mayormente nada y tratamos de calmar a los pasajeros señalándoles  que la ayuda llegaría pronto . Seguimos nuestro curso , nuestro camino hacia la más dramática experiencia que hemos vivido como periodistas. Llegando al sector conocido como " La Neverita" lo que observamos prácticamente fue un cementerio de carros destruidos y montados unos sobre otros  y cadáveres de niños abrazados , jóvenes , abuelos , hechos trizas . Ese día la madre natura rasgó las montañas del Henry Pittier . Horas más tarde , la ayuda llegó para los que había logrado sobrevivir mientras nosotros agotados , reventados e impresionados por lo que habíamos visto agarramos un cola en una grúa un poquito más allá de la cumbre que nos trasladó hasta La Boca . Allí en medio de la emergencia , un oficial de la Fuerza Aérea  nos conminó a montarnos en el helicóptero  para regresar a Maracay. Cuando arribamos al parque Los Apamates en El Limón la escena también era dantesca, había sido la peor tragedia de Maracay en 100 años . Nos costó reponernos , fueron días de pesadillas , levantándonos sudorosos mirando por la ventana la majestuosa montaña . Fue el día que empecé a ser periodista más que futbolista CONTINUARÁ  

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