lunes, 8 de agosto de 2016

VIDA DE UN MONARCA DE LA LIBERTADORES

8 DE AGOSTO 2016 - 12:01 AM
La ruta desde las Lomas de Urdaneta a Caricuao era tediosa. Y más cuando debes tomarla cada tarde. "La transferencia en el Metro de El Silencio es una tortura", recordó entre risas Alejandro Guerra, quien aún celebra en Medellín el título de la Copa Libertadores con el Atlético Nacional.
"Pero ese era el sacrificio que debía hacer para llegar a donde estamos hoy", agregó "El Lobo", quien recordó como era el camino desde su casa, hasta la antigua sede de entrenamientos del Caracas..
"El viaje era largo, y fastidiaba. Y a veces mi mamá me regañaba porque me daba flojera ir después de clases hasta allá. Cuando veía que nos quedábamos mi hermano y yo jugando en el Bloque 4, ahí en las Lomas, se ponía furiosa. Nos perseguía y nos metía tremendo regaño, pero todo eso valió la pena. Ella estuvo conmigo en la final, junto a mi esposa y mis dos hijos", agregó.
"La verdad es que a mí no me gustaba el fútbol", contó Guerra. "Quería jugar beisbol, pero empecé a acompañar a mi hermano a las prácticas, y ahí empezó todo", contó.
El volante coincidió con varios entrenadores que cambiaron su carrera. "Nelson Carrero me tuvo una confianza que nunca dejaré de agradecerle. Me llevó al Suramericano sub 20 de 2005 sin jugar seguido, y me dio mucha confianza. A Chita (Noel Sanvicente) le debo todo. Desde que me vio en Caricuao, creyó en mí. Me enseñó muchas cosas que aún hoy aplico. A Richard Páez le debo muchísimo también. Con él debuté en la selección, y aprendí la verdadera esencia del juego", argumentó.
Ese sentido real del fútbol para el caraqueño llegó con Páez en Mineros, en 2013. "Había pasado por Caracas y Anzoátegui, y había madurado mucho.  Ahí entendí que el fútbol no es sólo desequilibrio. No es el regate y la velocidad. Para jugar esto tienes que ser muy inteligente, ¿sabes? Ver cómo hacer circular la pelota más rápido de lo que tu rival la puede alcanzar. Tocar de primera o en dos tiempos. Disfruto más el juego", destacó.
Cariño. Poco tiempo después, Juan Carlos Osorio lo llevó a Colombia, donde comenzó su idilio con el Atlético Nacional. Al llegar al Atanasio Girardot se puso una meta. "Entré al estadio a ver mi primer partido con el equipo, y vi como coreaban los nombres de los jugadores que habían ganado. Me dije, ¿Y qué tengo que hacer para que me canten a mí? Aquí hay que ganar", contó entre risas.
Para Guerra, quien se coronó campeón colombiano en su primera campaña con el cuadro verdolaga, además de jugar la final de la Copa Sudamericana contra River Plate, antes de la enorme Libertadores que hicieron en 2016, el cariño en Medellín es único.
"En estos días iba en mi carro y veo a tres vehículos que se me pegan atrás. Me asusté, claro, pero no podía parar. Al llegar al sitio, eran todos fanáticos de Atlético Nacional, y querían pedirme una foto y que les firmara las camisas. Cuando 40.000 personas te corean 'venezolano, venezolano', se te eriza la piel", recordó.
Esto se magnifica además, cuando "El Lobo" cuenta que jugó lesionado desde que regresó de la Copa América Centenario. "En la Copa me fue muy bien. Fue una experiencia muy linda volver a ganar con la selección. Pero ahí comencé a sentir una pequeña molestia. Nada del otro mundo. Pero cuando llego a Colombia y me empiezo a entrenar, el malestar en la rodilla izquierda aumentó día a día", dijo.
"Antes del partido contra Sao Paulo, el profesor Reinaldo (Rueda, técnico del Atlético Nacional), me dice que voy de titular, y yo le dije que no. Quedamos en que jugaría 20 o 30 minutos. Y así me fue administrando. Jugué infiltrado y con el menisco roto. Por eso me voy a operar el lunes (hoy). Ya para la final, que debía ir todo el partido,  no importaba dolor ni nada", añadió.
Sobre la cirugía, Guerra precisa que es lo más sano. "Quiero jugar el Mundial de Clubes, y retar al Real Madrid. Pero debo estar sano y con ritmo. Por eso es preferible que me opere hoy. Sé que vienen partidos con la selección, duele perderse también la Sudamericana, pero son seis semanas, lo mejor es curarme ahora. Quiero ser el primer venezolano en ganar un Mundial de Clubes. Con los años se verá lo que vale lograr una Copa Libertadores", remató.
PANADERÍA Y PASTELERÍA DELICATESES MANUEL CON SU PAN DE JAMÓN, tocineta Y PARA QUESO chuparse LOS DEDOS EN LA VÍA HACIA EL LIMÓN ANTIGUA VIA CATA, ALLI LOS ESPERA GERARDO Y LAS jHOANAS PARA ATENDERLOS ......

AGROVET SAN RAFAEL 
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